lunes, 10 de agosto de 2009

primer comentario

Hoy me disponia a ir a clase de 8am como es de costumbre, la mañana estaba un poco calurosa, caracteristica de las mañanas de un posible verano. En el bus que me transportaba los pasajeron en su mayoria se diriigian al trabajo o a su lugar de estudio; el trafico estaba un poco congestionado como es de costumbre en la hora pico de la mañana.

De repente el bus se detuvo y no presisamente para recoger o bajar a algun pasajero, la aglomeracion de carros era impresionante, no se veia fin a esa interminable fila de vehículos. Los minutos transcurrian rapidamente y los pasajeros empezaban a tornarse inquietos puesto que la interminable fila de carros avanzaba muy lentamente, lo unico que se escuchaba decir en el bus era: “¿que sera lo que pasa, por que no avanza, sera algun accidente?”

De repente, se empezó a escuchar las sirenas de las ambulancias, la insertidumbre se apoderó de las personas que me acompañaban en el bus, ellas se inclinaban hacia delante o sacaban las cabezas por las ventanillas para intentar ver algo, algo de lo que aun no estabamos seguros.

Despues de largos 25 minutos de estar en ese embotellamiento de vehículos se presencio lo que la mayoría se temía, un accidente, más bien, lo que quedaba de lo que fue un terrible accidente. Un auto color plata se habia volcado en la vía, producto de un choque con otro auto del cual solo quedaba la chatarra.

En ese momento todos miraban con una gran intriga la escena del choque, los mas optimistas buscaban heridos y los mas pesimistas buscaban posibles muertos. Rapidamente el bus avanzó dejando atrás aquella terrible panorámica, que sin duda marcó el día y quizas la semana de todos.

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